No hay constancia de una incidencia tan elevada de esta rara enfermedad como en la región Centro del estado de Veracruz
Hace 100 años, una mujer padeció una rara enfermedad, “de ahí se fue ‘regando’ por la misma familia”, cuentan los habitantes de Tlaltetela cuando se les pregunta por la ataxia. Todos saben de lo que hablan y conocen los estragos que deja, porque tienen a un familiar, amigo o conocido que la padece.
La historia de los pobladores de este municipio rural, colindante con Coatepec y Cosautlán, no está alejada de la realidad. Las investigaciones y estudios médicos realizados por varios institutos y organismos han llegado a la misma conclusión: la problemática de ataxia en Tlaltetela es genética.
Además, en todo el mundo no hay reporte -al menos en la literatura médica- de una incidencia tan alta de esta enfermedad neurológica como la que se presenta en la región Centro del estado de Veracruz ni con esa severidad. Ahí la cifra llega a 85 casos con diagnóstico.
“Sí se ha referido la enfermedad en otros lugres como Sudáfrica o en la Península Escandinava, donde hay una alta incidencia, pero los reportes de la literatura aparentemente no reportan números tan altos como los que están referidos en esta localidad”, destacó el especialista en genética médica, César Cerecedo Zapata.
Explicó que el tipo de ataxia que se presenta en la zona de Tlaltetela (espinocerebelosa de tipo 7) SCA7, se ha heredado de padres a hijos, por eso la incidencia es superior al 800 por cada 10 mil habitantes.
“Esta es una enfermedad hereditaria plenamente, no tiene alguna otra causa y se debe a alteraciones de un gen en específico, tiene una herencia que se llama autosómica dominante, es decir, que pasa de generación en generación”, detalló.
En Tlaltetela, una persona embarazada puede tener hasta el 50 por ciento de probabilidad de que el producto herede el gen anormal, añade el genetista.
Alertó que los aspectos genéticos también son los que determinan la edad de inicio o sintomatología de quienes padecen ataxia y lo más grave es que el gen se sigue modificando.
Hasta el momento no hay cura de la ataxia, en ninguno de sus 40 tipos, sólo se puede mejorar la calidad de vida de los pacientes a través de terapia física y psicológica, así como el manejo de especialidades por las enfermedades que se derivan.
Noticia copiada del Diario de Tuxpan
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