La obtención de células pluripotentes, es decir que sean capaces de generar potencialmente una alta diversidad de diferentes linajes celulares (por ejemplo neuronales), a partir de células somáticas adultas reprogramadas atrae la atención de científicos, neurólogos y pacientes en los últimos años para su posible aplicación en el tratamiento transplantacional en las enfermedades neurodegenerativas. Es fácil imaginar que reemplazar con células neuronales del propio paciente obtenidas mediante cultivo en el laboratorio a partir de una sencilla, rápida y no dolorosa biopsia de piel (que cualquier Centro de Excelencia Investigación en España lo realiza sin dificultades) , las neuronas del hipocampo en la enfermedad de Alzheimer, de Purkinje en el cerebelo en el caso de las ataxias espinocerebelosas, o de las de la sustancia negra en los enfermos de Parkinson es un sueño terapéutico deseable. Pero lo que al principio se imaginaba como un proceso que los neurocientíficos y biólogos celulares iban a conseguir en unos pocos años sin demasiadas dificultades está resultando en un camino más difícil y tortuoso que el inicialmente previsto. Por qué?. Cuáles son las causas que están incrementando un escepticismo en los neurocientíficos en la aplicación de las células PIs (pluripotentes inducidas) en células neuronales para su implantación en pacientes? Varios artículos publicados hoy en la prestigiosa revista británica Nature (03.03.2011) describen que la reprogramación de las células PIs en linajes específicos es más complejo de lo que se pensaba. Se ha observado que durante el proceso de reprogramación se inducen la formación de alteraciones y aberraciones en el genoma de estas células, como son aquellas del tipo de variaciones en el número de copias (CNVs de las siglas en inglés) que producen cambios estructurales, epigenéticos (de metilación) y reordenamientos que, desafortunadamente, conllevan a alteraciones en la expresión de genes concretos que desencadenan procesos no deseables (oncogénicos, regulatorios, inflamatorios, necróticos, etc…). Estos cambios se observan mucho más a menudo en las PIs que no en las células somáticas originales. Estos resultados levantan la preocupación de los neurocientíficos y muchas cuestiones sobre las implicaciones de estos efectos no deseados en las aplicaciones futuras de las células PIs en los tratamientos transplantacionales e inducen a pensar que más investigación científica se necesita en esta área para elucidar los complejos procesos biológicos que ocurren durante la reprogramación antes de aplicar la tecnología de las células pluripotentes en las terapias de trasplante en las enfermedades neurodegenerativas.
Fuente: Facebook NEURODEGNET
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