viernes, 13 de abril de 2018

3 pasos para encaminarnos hacia una higiene mental óptima



Cuando tenemos dolencias físicas vamos al doctor y este nos hace una serie de pruebas -o nos remite a otros- para saber qué es lo que pasa con nosotros y poder devolver al cuerpo su funcionamiento óptimo.  Le damos gran importancia a nuestro organismo y la parte física del mismo, pero en ocasiones olvidamos que la mente juega un papel vital para que todo se mantenga en orden.

Es decir, vemos en Internet muchísimas informaciones acerca de la salud de nuestros diferentes órganos, las librerías están repletas acerca de consejos para mantener un peso saludable y estar felices, pero solo un pequeño porcentaje de los libros que ahí se venden o de los programas que vemos en televisión -o las distintas plataformas- le dan la importancia que se requiere a la higiene mental. Una actitud mental positiva puede hacer incontables cosas por ti, incluso prevenir problemas de salud físicos o de otros tipos, pero muchas veces no le prestamos la atención necesaria.

De hecho, enseñamos los niños desde pequeños a ser aseados y tener una buena higiene en los distintos aspectos de su cuerpo, pero pocas veces se ve a los padres enseñando herramientas a sus pequeños que les ayuden a tener una mente saludable.

Si no habías escuchado anteriormente la frase “higiene mental”, tienes que saber que se trata de esos procesos que permiten a cada individuo encontrar un equilibrio con su ambiente sociocultural. Para tener una buena higiene mental se deben tener hábitos que prevengan comportamientos negativos que afecten tanto a la persona individualmente, como a la sociedad en la que este se desarrolla.

Si se enseñaran estos hábitos en las escuelas y en las casas, aunados a los hábitos de higiene comunes que ya conocemos porque han tenido mayor penetración, la calidad de vida aumentaría exponencialmente. Pero en vez de pensar en lo que pudo haber sido o puede ser, es mejor enfocarnos en conocer cuáles son las actividades y acciones más básicas que podemos aprender para ponerlas en práctica desde ahora y ser los responsables de pasarlas a la próxima generación:

1.- Pensar en positivo: esto puede parecerte cliché, pero es realmente efectivo para lograr las cosas que quieres y para darle otra perspectiva a cada una de las cosas. Tener pensamientos positivos no se trata de ver el vaso medio lleno cuando está por la mitad, sino enfocarte en sacar el mayor provecho a esa cantidad de agua que posees, y luego con el vaso.

Los pensamientos positivos no solo te hacen ser más feliz a ti, esto también se contagia por lo que influirás en las personas a tu alrededor. Asimismo, pensar en positivo estimulará tu creatividad, ya que es una actitud por la que te riges que te permite ver el lado positivo de cada una de las cosas que pasan, incluso cuando parezca imposible.

Por nuestra mente pasan muchas cosas y así tengamos muchos pensamientos positivos, no estamos exentos a tener otro tipo de pensamientos y está bien. Esto forma parte de nuestra humanidad, pero un buen paso para lograr la higiene mental es que los pensamientos positivos sean prioritarios sobre cualquier otro. Cuando te vuelves consciente de esto, podrás sustituir esos pensamientos que no te aportan nada bueno rápidamente, por otros que sí sean de provecho para ti.

2.- No dejes de aprender: el cerebro humano es increíble, y lo que le da esta cualidad es su capacidad de aprendizaje. Por ejemplo, si te pones como meta aprenderte una página de texto a diario podrías hacerlo. Pero si no te pones ningún reto ¿Cómo podrás ver si tienes la capacidad de lograrlo?
Para poder conocer nuestras cualidades muchas veces tenemos que retarnos. Según Gananci, en nuestra zona de confort estamos limitados de muchas cosas, pero cuando salimos de ella, las circunstancias te abrirán una nueva gama de posibilidades a las que antes ni habías tenido acceso.

El aprendizaje no tiene que ver solamente con el área académica. Tu mente se puede nutrir en conversaciones con otras personas, leyendo diferentes tipos de literatura -incluso la de entretenimiento-, haciendo nuevas cosas con tu cuerpo (probando nuevos platos, actividades físicas, ejercicios de sincronización, etc) porque debemos recordar que cuerpo y mente se influyen bidireccionalmente.

3.- Trabaja en tu autoestima: el amor propio es uno de los pasos más importantes dentro de la higiene mental porque si no tienes un buen concepto de ti mismo, cada una de las actividades que debas realizar se te dificultarán mucho más.

Cuando cultivas tu autoestima estarás abarcando otros aspectos como la autoconfianza, una auto-percepción objetiva y más. Además, esto también te ayudará a que puedas establecer metas y alcanzarlas con mayor facilidad.

Cuando tienes una autoestima equilibrada (es importante hacer hincapié en el equilibrio) podrás tener relaciones más significativas y saludables porque puedes amar a otros con menos probabilidades de caer en relaciones abusivas o tóxicas que tienen poder para marcarnos de por vida.

Al tener una visión positiva y una autoestima alta, también puedes ver las cualidades de otros y respetarlos profundamente sin sentir ningún tipo de amenaza o complejo, lo que te convierte en un buen jugador en equipo.

Descripción de la autora:

  • Edith Gómez  es editora en https://gananci.com/  apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo.
  • Le inquietan las ideas de negocio y más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.

Twitter: @edigomben

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