El mayor estudio realizado en España sobre el impacto de las migraciones en el ADN revela una endogamia secular en poblaciones gallegas que apenas se mezclaban con otras limítrofes
Salvo en grupos aislados por fuertes barreras geográficas no se ha visto nada igual en ninguna otra población del planeta.
El minifundismo genético de Galicia es único. Es la región del mundo con mayor subestructura genética. O, lo que es lo mismo, en la comunidad existió una especie de endogamia secular perpetuada en el tiempo por la que
poblaciones separadas por apenas diez kilómetros no se mezclaban con otras.
Y este suceso sociológico ha quedado impreso en el ADN. Es lo que se deduce del estudio genético más completo realizado en España en el que
se analizó el genoma completo de 1.413 personas de todas las comunidades y que demuestra, además, que los patrones genéticos de los individuos modernos fueron moldeados por los movimientos de población ocurridos fundamentalmente en los últimos mil años. La investigación, que parte de un equipo de científicos de las universidades de Oxford y Santiago, se acaba de publicar en la revista científica Nature Communications, aunque previamente se había avanzado en el repositorio de Internet Biorvix, lo que generó una enorme expectación.
«
Es como si los de Santa Comba solo se casaran con los de Santa Comba o los de Negreira con los de Negreira y no mantuvieran relaciones con los pueblos vecinos. Esto solo se ha visto en zonas aisladas por barreras geográficas, pero este no es el caso de Galicia. Hasta el momento no se ha visto nada igual en ninguna otra parte», explica el catedrático de Genética de la Universidade de Santiago
Ángel Carracedo, uno de los autores del estudio. Aunque quizás el ejemplo más apropiado sería que los de Cangas apenas se cruzaban con los de Moaña o los de Tui con los de A Guardia, porque la mayor parte de las muestras genéticas realizadas en Galicia para participar en el estudio proceden de la provincia de Pontevedra. En cualquier caso, lo más probable es que el fenómeno sea similar a lo largo de la comunidad.
En este caso la sospecha no es genética, sino que viene del hecho de que muchos apellidos gallegos están asociados a una localidad concreta. «
La subestructura genética existente en Galicia ha sorprendido mucho a los investigadores británicos que participaron en el trabajo, pero a mi no porque es algo que se podía intuir por el origen de los apellidos asociados a determinadas zonas», precisa Carracedo. La explicación a este suceso está más relacionada con la sociología y la historia que con el propio ADN, por lo que son otros especialistas los que deberán ofrecer una explicación.
División de los grupos genéticos en España
Este histórico agrupamiento de individuos genéticamente similares en poblaciones muy localizadas es lo que también puede explicar que en determinadas zonas de Galicia existan mutaciones únicas que derivan en enfermedades que son originarias de estos entornos concretos.
Un ejemplo paradigmático es la Ataxia de la Costa da Morte, aunque también es relevante la hemocromatosis asociada mayoritariamente a núcleos de la comarca de Barbanza.
Parentesco genético con Portugal
Lo que también se ha visto en el trabajo es
la homogeneidad genética que existe entre los gallegos y los portugueses. Son las poblaciones de la península que mantienen un mayor parecido en su ADN, aunque en este caso también hay que precisar que la mayoría de las muestras utilizadas en el estudio son del sur de Pontevedra y del norte de Portugal.
En Galicia hay parroquias con un 90 % de bodas entre vecinos del mismo lugar
R. ROMAR
A partir del examen de los patrones de intercambio de ADN entre individuos de la Península Ibérica y de otras partes del mundo, el equipo de genetistas pudo identificar la
presencia de hasta un 10 % de ascendencia del noroeste de África en los habitantes modernos de la península. Los investigadores estiman que este ADN dataría de alrededor de los años 860-1120, un período de migración de población procedente de la actual Marruecos durante el dominio musulmán de España. Estudios previos realizados por el grupo de
Ángel Carracedo ya habían revelado que
Galicia, fundamentalmente, y León eran las zonas de la península con un mayor legado genético procedente de Marruecos. Y algo parecido ocurre en Portugal. «¿Por qué ocurrió? Es algo que tendrán que explicar los historiadores, pero lo que se sospecha es que los moriscos, después de ser expulsados de España, encontraron refugio en Portugal y de ahí llegaron a Galicia en una migración de sur a norte», apunta Carracedo.
OSCAR CELA
El trabajo identificó las diferencias genéticas más fuertes en la dirección este-oeste. Esto significa, por ejemplo, que un asturiano pueda tener un mayor parecido genético con un andaluz o un valenciano que con un vasco o un gallego. ¿Por qué? En este caso la explicación se encuentra en el hecho de que los movimientos históricos de la población, fundamentalmente en el período de la reconquista, se produjeron de norte a sur. En conjunto,
los resultados de la investigación indican que las migraciones de siglos de antigüedad asociadas con la conquista musulmana y la posterior Reconquista han dado forma a la genética moderna de la península. El interés a la hora de estudiar esta región de Europa radica, según los autores del trabajo, en el hecho de que la «Península Ibérica es lingüísticamente diversa, tiene una historia demográfica compleja y es única entre las regiones europeas por tener un período de siglos de dominio musulmán».
Fuente:
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2019/02/01/galicia-presenta-minifundismo-genetico-unico-mundo/00031549018907809332156.htm
Mas información:
https://www.laopinioncoruna.es/sociedad/2019/02/02/adn-gallego-raices-africanas/1371580.html
http://www.ecoavant.com/es/notices/2019/02/la-lucha-entre-musulmanes-y-cristianos-moldeo-el-adn-de-los-espanoles-4313.php
El primer mapa genético de España revela la huella musulmana y de la Reconquista - Faro de Vigo
El ADN desvela que un gallego es más africano que un andaluz - ABC.es
Movimientos poblacionales de siglos en un nuevo mapa genético - El Correo Gallego