Amparo Tolosa, Genética Médica News
Investigadores
de la Universidad de Harvard han conseguido reducir o eliminar la
necesidad de transfusiones de sangre en 22 pacientes con
beta-talasemia mayor mediante una única sesión de terapia génica.
La beta-talasemia
es un desorden
hereditario
de la sangre causado
por la presencia de mutaciones en el gen HBB,
que codifica para la beta globina, uno de los componentes de la
hemoglobina. Los pacientes con la enfermedad carecen de beta globina
o tienen niveles muy bajos de esta proteína por lo que no producen
suficiente hemoglobina funcional y presentan déficit de eritrocitos,
lo que lleva a la falta de oxígeno en diversos tejidos y la
aparición de anemia.
Una
proporción importante de los pacientes con beta-talasemia (entre el
60 el 80 por ciento) presenta una forma grave de la enfermedad,
conocida como beta talasemia mayor, que aparece de forma temprana y
se caracteriza mostrar síntomas clínicos más intensos. Estos
pacientes necesitan recibir transfusiones
periódicas de glóbulos rojos,
con los riesgos asociados de sufrir toxicidad por hierro y otras
complicaciones. Una posibilidad de tratamiento es recurrir a un
trasplante de células hematopoyéticas. Sin embargo, esta
aproximación está limitada por la disponibilidad de donantes y los
riesgos propios asociados a este tipo de terapia por lo que existe un
gran interés en desarrollar otras estrategias terapéuticas
alternativas.
Las
características genéticas de la beta-talasemia la convierten en
una enfermedad
con gran potencial para ser tratada mediante terapia génica:
está causada por mutaciones en un único gen y podría ser curada
mediante la introducción del gen funcional en la población de
células hematopoyéticas.
El
objetivo del estudio, publicado en el New
England Journal of Medicine,
era evaluar
la eficacia y seguridad de una terapia génica destinada
a restaurar la expresión del gen HBB en
22 pacientes con beta-talasemia mayor (9 que carecían totalmente de
beta globina y 13 que presentaban niveles insuficientes de la
proteína).
El
primer paso de los investigadores fue extraer las células de la
madre de la sangre de los pacientes y seleccionar las hematopoyéticas
con potencial para dar lugar a las diferentes células de la sangre,
entre ellas, los eritrocitos. A continuación, introdujeron en estas
células un vector basado en lentivirus, denominado LentiGlobin que
llevaba el gen HBB funcional
en su interior. Por último, el equipo introdujo de nuevo las
células, ahora productoras de gen HBB,
en los pacientes, que habían sido sometidos a un tratamiento de
mieloablación destinado a mejorar la capacidad de las células madre
trasplantadas.
Los
investigadores llevaron a cabo el seguimiento de los 22 pacientes
durante 26 meses y observaron que 12
de los 13 pacientes que habían mostrado niveles bajos de
beta-globina desde un inicio recuperaron unos niveles normales de
hemoglobina tras el tratamiento y no requirieron más transfusiones.
Respecto a los 9 pacientes que carecían totalmente de beta globina,
el equipo observó una reducción significativa en el número y
volumen de las transfusiones necesarias para tratar la enfermedad en
6 de ellos. En los otros tres, no fueron necesarias más
transfusiones.
Algunos
de los pacientes mostraron resultados adversos al tratamiento,
principalmente en respuesta al tratamiento de mieloablación previo a
la infusión con células modificadas. Además, en dos casos también
se mostró toxicidad en el hígado. Sin embargo, los investigadores
no consideran que haya riesgos de seguridad específicos de la
terapia génica, más allá de los típicos observados en pacientes
que reciben trasplantes con sus propias células madre.
Los
resultados del trabajo muestran que la terapia génica puede reducir
o eliminar la necesidad de transfusiones de sangre en pacientes con
beta-talasemia mayor.
“Nuestra esperanza ha sido siempre llevar los resultados de nuestra
investigación a los pacientes,” señala Philippe Leboulch,
investigador que ha dedicado los últimos años de su vida a
desarrollar el vector y aplicarlo en el tratamiento de enfermedades.
“Hemos tomado nuestro trabajo de laboratorio con modelos
preclínicos, pasado del estadio de prueba de principio y ahora somos
capaces de estimar su efectividad en pacientes con esta enfermedad.
Es inmensamente gratificante.”
Los
investigadores planean hacer un seguimiento
a más largo plazo a los pacientes,
así como optimizar la terapia génica. El objetivo final es
garantizar la seguridad del tratamiento y mejorar el método hasta
que no haya dependencia de las transfusiones en los pacientes con las
formas más graves de la enfermedad.
Investigación
original: Thompson
AA, et al. Gene Therapy in Patients with Transfusion-Dependent
β-Thalassemia. NEJM. 2018.
Doi: http://dx.doi.org/10.1056/NEJMoa1705342
Fuente: Editing
Out Blood
Disease. https://hms.harvard.edu/news/editing-out-blood-disease
Fuente: https://revistageneticamedica.com/2018/05/18/beta-talasemia-terapia/